Errores de refinanciación que puedes evitar fácilmente

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Aquí te mostramos los errores más típicos que se cometen en el mercado de la refinanciación hoy en día.
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Errores de refinanciación habituales

  1. No hacer los deberes

Uno de los pasos iniciales para determinar la refinanciación es comprender la Relación Préstamo-Valor, es decir, la cantidad de un primer derecho de retención de hipoteca como porcentaje del total del valor de tasación de los bienes inmuebles. Para realizar la mejor estimación de esta relación, los propietarios deberían tener en primer lugar una idea de cuál es el valor real de su vivienda.

Hoy en día, a través de páginas webs como HipotecaFácil.com, los consumidores pueden calcular rápidamente el valor de su vivienda. Aunque la precisión es discutible, las herramientas como esta te dan un punto de partida para plantearte la refinanciación.

Para afinar el precio de tu casa con mayor precisión, es conveniente hablar con un agente inmobiliario como medida final antes de que vayan a tasarla.

Conocer tu calificación crediticia es otra información clave para prepararte antes de refinanciar. No solo es algo fácil de hacer, sino que además es gratis. Toda persona tiene derecho a un informe de crédito gratuito.

Saber que tu propio historial de crédito puede pagar cuando refinancies es una buena práctica financiera: un aumento de un punto en la calificación crediticia puede reducir tus cuotas de hipoteca en un punto.

Tu informe de crédito quizás pueda contener errores. De acuerdo con la Comisión Federal de Comercio, un 20% de los informes de crédito contienen información errónea. Si eres consciente de estos errores y los eliminas de tu historial de crédito, puede suponer un impacto importante sobre tu calificación crediticia, y por tanto del pago de tu hipoteca.

  1. No comprender tu Relación Préstamo-Valor

Como ya hemos mencionado arriba, la Relación Préstamo-Valor es la cantidad de un primer derecho de retención de hipoteca como porcentaje del total del valor de tasación de los bienes inmuebles.

Comprender la actual Relación Préstamo-Valor de tu casa te permite acceder a las opciones adecuadas de hipoteca para tu situación.

Una Relación Préstamo-Valor más alta no te inhabilitan para la refinanciación, pero lo más probable es que signifique que el promedio de tu seguro hipotecario se imponga a tu préstamo.

  1. No comparar precios en el mercado

Uno de los errores más grandes que cometen la mayoría de los solicitantes de hipoteca es no ir “de compras” y comparar las múltiples cotizaciones que puede haber de préstamo. Esto se aplica especialmente a los propietarios que buscan refinanciar su hipoteca actual, y que deciden seguir trabajando con su prestamista de siempre en lugar de obtener créditos a partir de distintas fuentes.

Buscar un crédito hipotecario, de coche o de estudiante puede provocar que muchos prestamistas exijan un informe de crédito, incluso si el consumidor está buscando únicamente un solo préstamo.

Los profesionales de la refinanciación pueden ahorrar decenas de miles recortando un octavo o un cuarto en el porcentaje de su tasa de interés. Aunque los consumidores puedan pensar que es mucho más fácil trabajar con sus prestamistas de siempre, “ir de compras” pueden suponer un ahorro significativo, por no mencionar toda la documentación y otros cargos que aún se aplican si estás refinanciando con el mismo prestamista o uno nuevo.

Aunque los consumidores podrían pensar que la facilidad de trabajar con su prestamista existente vale la pena, ir de compras puede obtener importantes ahorros. Por no mencionar, toda la documentación y otros cargos aún se aplican si usted está refinanciando con el mismo prestamista o uno nuevo.

  1. Fallar en fijar la mensualidad de la hipoteca

Los tipos hipotecarios cambian con mucha frecuencia. Estar al tanto de estos cambios es de suma importancia para el consumidor.

Los prestatarios pueden protegerse de estas fluctuaciones fijando las tasas ofrecidas por los prestamistas. Esto te asegura que las tasas están garantizadas durante un periodo de tiempo.

Fijar tu tasa significa que no estás a merced de las fluctuaciones del mercado hipotecario, que puede subir e incrementar dramáticamente el coste de tu cuota hipotecaria.

  1. Comenzar otro plazo de 30 años

Otro asunto importante que los propietarios deberían revisar es la duración del plazo que quieren refinanciar. Incluso si las tasas hipotecarias están bajas que cuando solicitaste la primera hipoteca, refinanciar durante otros 30 años enteros significa que estarás pagando intereses durante más tiempo que si mantienes tu préstamo original.

Refinanciar una hipoteca para otros 30 años es esencialmente volver a la casilla de salida. En vez de eso, refinancia a 20/25 años para evitar pagar un dineral en intereses.

Si reduces la hipoteca en cinco años, la ganancia financiera será significativa. Para una hipoteca de 200.000 euros al 5%, podrías ahorrar unos 35.000€ en intereses cambiando el préstamo de 30 a 25 años.