Al intentar una aproximación sobre las estrategias de inversión intermedias, se establece que estas se sitúan justo al centro de las estrategias pasivas y activas. Esta afirmación es uno de los acuerdos que trazan los expertos en este tipo de estrategias de inversión.
En este sentido, hay que señalar los alcances de este tipo de estrategias. Sin duda siguen siendo los mismos que en forma general delimitan en contenido lo que en forma general define a las estrategias propiamente dichas.
En busca de una definición de estrategias de inversión
El acuerdo indica que las estrategias de inversión definen a un conjunto de procedimientos que se disponen para servir de selección de una oferta de valores. El objetivo fundamental de las colocaciones que se disponen se sustenta en la rentabilidad.
Es importante tener una claridad en los objetivos a cumplir con el fin primordial de hallar el éxito financiero. En todo caso los entendidos despejan diciendo que no existe una estrategia única y determinada para hacer cumplir una estrategia.
Dicha elección va a depender de una variedad de factores que en primer lugar se asientan sobre la claridad de conceptos. Una definición indica que una inversión expresada en estos términos no es más sino un conjunto de reglas diseñadas en concordancia con el riesgo.
Una consideración acerca de las estrategias pasivas y activas, exponen que los inversores que apuestan por ganancias moderadas se inscriben en la elección de estrategias pasivas. En cambio, los inversores que gustan de correr riesgos se suman a las estrategias activas.
Sin embargo, los inversores que antes de adentrarse en las tentaciones del negocio, reconocen que lo más indicado es optar por estrategias intermedias. Es una recomendación que se ha generalizado y que se reviste de prudencia perceptiva de los movimientos del mercado.
Sin embargo, siendo una u otra la elección, premian algunos factores determinantes. Una de las que más sobresale son las metas específicas que se han trazado los inversores, a lo que suma el tiempo disponible para hacer realidad esta incursión financiera.
Otro tanto lo ocupan las metas que se han propuesto. Igualmente, promedia el tiempo para cumplirlas. A lo que se suma el riesgo implícito en la inversión y el capital destinado a comprometerse en la estrategia de inversión intermedia elegida.
Pero veamos algunos fundamentos que se deben valorar en una estrategia de inversión que tome en cuenta el posible éxito en las finanzas. Son una serie de puntos que todo inversor tiene que tener a su disposición, y al mismo tiempo, convertirlas en una fortaleza para la acción.
Metas financieras
¿Hacia dónde te puede conducir el tipo de meta que has trazado en tu inversión? Es una condición ineludible el hecho de que tras un posible éxito financiero subyacen las metas a cumplir. Y en esta comprensión del asunto radica la importancia de las metas.
Las metas pueden ser de distinta naturaleza. Tu interés es probable que se sustente en comprar un coche, un fondo universitario, adquirir una casa u ahorrar para cualquier eventualidad. O simplemente, es para reunir dinero y/o crear un patrimonio que te ampare en retos futuros.
Es indispensable concebir el tiempo que se requiere para alcanzar las metas del plan. La duración de la planificación influye en las diferentes estrategias de inversión que se escojan. La estrategia para adquirir un bien en 5 años no será la misma que se requiere para uno de 10 años.
El corto plazo, por ejemplo, demanda mayor liquidez. Pasa lo contrario en el largo plazo en el que la liquidez no resulta un factor determinante para el retorno de las inversiones financieras. Esta es otra de las variables que se deben sopesar en esta relación.
Acerca del riesgo expuesto en una estrategia de inversión intermedia
La capacidad de riesgo es exclusiva de todo inversor. La asunción del riesgo que posees no es la misma que experimenta otro que apuesta por los mismos o diferentes intereses de inversión. Cada uno de los inversionistas se ubica en una estancia de negocios distinta.
Las metas y el tiempo de duración están directamente relacionados con factores a regir el desarrollo de la inversión. En tanto que el riesgo se presenta como una de las variables que requiere amplio control del inversor.
El largo plazo de una inversión tolera niveles mayores de riesgo. Se asegura que al registrarse mayor riesgo el retorno de la inversión realizada podría comprobarse en alza. Mientras que las inversiones que se apuntan en el corto plazo tolera menores niveles.
De acuerdo a los corredores, bróker e inversionistas experimentados, una de las maneras que se registran en la reducción del riego en las inversiones es la diversificación. Esta recomendación resulta útil al momento de elegir el tipo de inversión que se quiere realizar.
Capital destinado para invertir
Para cumplir con las metas que se establecen en las estrategias de inversión, una de las exigencias es el capital. Los montantes de capital determinarán las estrategias de inversión intermedia, y así todo tipo de inversión.
En el capital que se ha de describir es prioritario anexar el ajuste por inflación respectivo y los impuestos de rigor consabidos. Es importante, pues son valores que tienden a incrementar el capital y si no se expresan lo que hace es debitar los pronósticos.
Clases de estrategias de inversión
Los diferentes aspectos expresados anteriormente dan cuenta de lo que define a una estrategia de inversión. Vale anotar que estas estrategias se clasifican en pasivas y activas, colocándose entre ellas las denominadas intermedias.
Estrategias de inversión pasivas
Están representadas por aquellos inversores que se ocupan en adquirir activos y mantenerlos atesorados por un tiempo indefinido. Operan sobre la lógica de que los mercados se comportan a largo plazo y que en un futuro ofrecerán mejores gananciales. El riego de la inversión es bajo.
Igual se corresponde con estrategias que indagan en el índice bursátil, comprar acciones y esperar un rendimiento a largo plazo. Esta operación es conocida en el ámbito de los corredores de bolsa como indexación. Estos son algunos de los principales índices:
- NASDAQ
- DOW JONES
- S&P 500
Estrategias de inversión activas
Se concentran en la compra y venta de activos en un escenario de oportunidades a favor. En otras palabras, compra de activos baratos y aguardar que el incremento o una subida en el valor favorezcan una futura venta.
Se señala que este tipo de estrategias conlleva riesgos, pues se maneja sobre inciertos en los que se desconoce cómo se han de mover los activos en una actividad por venir. Sin embargo, el riesgo está directamente relacionado con los posibles gananciales.
Estrategias de inversión intermedia
Son las que, como su nombre lo indica, se mueven entre patrones activos y pasivos. Lo que también podría conocerse como una cuenta de valores diversificados. Resulta de una combinación entre estrategias pasivas con poco riesgo, y activas con proyección hacia posibles beneficios.
No existe una verdad absoluta para definir la garantía de éxito de una estrategia de inversión en particular. Entre una y otra se comparten las ventajas y desventajas. Toda la trama en la que se moviliza las estrategias va a depender de los intereses y del capital de cada inversor.
Para una estrategia de inversión financiera se requiere obviamente un capital. Tras elegir una meta financiera esta dependerá del tiempo de ejecución sobre el riesgo planteado. Todo esto influye de modo directo en la elección del tipo de inversión.
Estas estrategias de inversión pueden ser pasivas, activas e intermedias o diversificadas. Y están estrechamente ligadas a los intereses y posibilidades del inversor. Es importante conocer sus alcances y limitaciones. Los expertos recomiendan una diversificación de estrategias.
Se manifiesta que el riesgo es menor, ya que se resguarda en la estrategia pasiva mientras que apuesta con la activa. Es un juego de astucia donde se compromete la inteligencia del inversor, que analiza algunos escenarios y trata de dominarlos a favor.
Puede perder en una inversión, pero es posible que registre gananciales en otra. Esta es la condición que favores a una estrategia de inversión intermedia. Permite sobrevivir a los altibajos del mercado. Significa movimientos que conllevan una cautela.
La posibilidad de perder resulta menor que las probabilidades de ganar. Es un movimiento estratégico por apuntarse con una elección acertada de la inversión. Se mantiene activa la expectativa por el rendimiento y la rentabilidad del capital expuesto.
Conclusión
Toda estrategia de inversión, bien sea pasiva, activa o intermedia, concentra un riesgo. Pero el inversor al tiempo que se arriesga permanece en cautela. El conocimiento y la experiencia del comportamiento del mercado parecen ampararlo a la hora de tomar decisiones.
Pero lo que se arriesga no es cualquier cosa sino un capital. Y el inversor reconoce que la existencia del capital bajo una perspectiva de negocio se mueve con un plan. En esta planificación entran a jugar una meta u objetivo, y para alcanzar este fin se hacen necesarias estrategias.
Las estrategias implican una metodología para la inversión. El valor de dicha disposición estratégica se centra en el riesgo al que se expone el capital. Pero como la apuesta de negocio demanda un riesgo, las ganancias igualmente prometen ser ventajosas.