Veamos por qué el principio de aglomeración determina el éxito de los ejes y centros comerciales.
El principio de aglomeración
En primer lugar, existe una disposición de los compradores a reducir el coste del viaje para comprar. Este coste incluye no sólo el precio que debe pagarse en dinero (gastos de gasolina, transporte público, etc.) sino también el coste en tiempo.
Si las tiendas están ubicadas en un pequeño espacio o distancia se reduce el coste (tanto en dinero como en tiempo) de los consumidores. Y como al mismo tiempo se reduce el espacio se producen por tanto el fenómeno de la aglomeración. Es decir, un comprador prefiere trasladarse a una zona comercial para hacer sus compras antes que visitar una serie de almacenes aislados. Por lo tanto, los minoristas atraen a un mayor tráfico de clientes cuando se concentran espacialmente que cuando están dispersos.
En segundo lugar, para los consumidores hay otro beneficio de la aglomeración de tiendas: la posibilidad de comparar los productos. La posibilidad de poder comparar productos similares genera una decisión de compra mejor, aumentando los beneficios de comprar en un eje o en un centro comercial. La comparación es fácil en un entorno comercial aglomerado, y por contra muy costosa cuando los comercios están separados espacialmente. De hecho, que los comercios estén separados espacialmente puede ser tan costoso como para superar el beneficio relacionado con la comparación de productos, sólo económicamente viable en un eje o centro. Este beneficio aggregado (de comparación) también genera más tráfico de compradores.
En tercer lugar, también es importante señalar que con respecto a la competencia de productos similares es más intensa cuando los comercios se concentran espacialmente. Esta competencia genera precios más bajos o productos de mayor calidad, resultando en beneficio para el consumidor.
En cuarto lugar, otro de los factores de gran importancia es la complementariedad de ciertas empresas. Por ejemplo, los compradores que acuden a una zapatería en un centro comercial tenderán a visitar algunos comercios de ropa y viceversa. Por ello ciertos tipos de tiendas (por ejemplo, zapaterías) se benefician de la presencia de otros tipos de negocios (por ejemplo, tiendas de ropa).
En definitiva, es de vital importancia elegir la ubicación de un negocio teniendo en cuenta la aglomeración espacial y los comercios vecinos para generar complementariedad. Si nos va bien, habrá asegurado un tráfico de buen consumo, por lo que las ventas dependerán de la competitividad de nuestros productos.