Cómo empezar a invertir en bolsa

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Para comenzar a invertir en bolsa es muy recomendable comenzar poco a poco, sin urgencias y con el objetivo de ir ganando experiencia y formación. Para ello lo mejor es hacerlo con pequeñas inversiones.
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Existe una serie de análisis previos, pasos para primerizos y decisiones que un inversor novato debe realizar sino quiere perder todo su dinero de un plumazo…

LO PRIMERO PARA EMPEZAR A INVERTIR EN BOLSA

Una persona que quiere empezar a invertir en bolsa, debería empezar por adquirir conocimientos, que posteriormente se tienen que traducir en habilidades.
Al principio no se debe invertir nada, la principal inversión debe ser tu formación. En el mejor de los casos, se debería contratar un Fondo de Inversión “Value”, y añadir mensualmente una cantidad.
Si no quieres aprender a invertir, lo mejor que puedes hacer es seleccionar un buen Fondo de Inversión, que tenga una buena gestora, confiar ciegamente en ella y hacer aportaciones periódicas. Con eso ya puedes considerarte inversor!

Si por el contrario, quieres consolidarte en los mercados, deberás empezar por leer un poco de todo.

Debemos buscar contenidos de calidad. Hay tres fuentes principales de contenidos que no debemos descartar:

  • Libros:

Libros de análisis fundamental, pero sobre todo de contabilidad o libros que te ayuden a comprender como funcionan las empresas, y descubrir cual es su verdadero valor. En paralelo, antes o después, deberías leer libros de análisis técnico.
El análisis fundamental va unido al análisis técnico.
El análisis fundamental te habla de si una empresa es buena o mala, si tiene deuda, si la puede pagar, cuanto dinero le sobra, cual es su eficiencia con el dinero que tiene, etc. Esto te ayuda a decidir si el negocio es bueno o malo.

El análisis técnico te habla del precio, y de la opinión del mercado sobre un valor.

  • Blogs.
  • Redes sociales para inversores.

TIPO DE INVERSOR QUE QUEREMOS SER

Hay que decidir qué tipo de inversor queremos ser. Existen diversas posiciones que podemos tomar en este mercado, cuyas fronteras son en ocasiones muy difusas, pero que principalmente tienen que ver con el tiempo que vamos a dedicar a operar en Bolsa y el nivel de riesgo que queremos asumir.

Así pues, la primera división se centrará en el tiempo que vamos a mantener las acciones en nuestra cartera. Existen inversores que guardan las acciones durante un largo plazo de tiempo mientras que hay otros, los conocidos como ‘traders’, que buscan abrir y cerrar operaciones en un corto plazo de tiempo, incluso dentro de la misma sesión. En estos casos, el objetivo es comprar y vender la acción lo antes posible, obteniendo un beneficio inmediato gracias a la volatilidad del título durante su cotización diaria.

Ambos modelos son igual de eficaces y útiles, según el inversor. Es cierto que con el trading puede obtenerse un beneficio más rápido, además de lograrse ciertos ‘pelotazos’ que pueden multiplicar exponencialmente nuestras ganancias. Sin embargo, operar con este modelo exige no sólo una mayor capacidad financiera (para cubrir las pérdidas que irremediablemente van a producirse) sino que también obliga a un compromiso muy serio con la inversión, dedicando no sólo la jornada completa a operar en Bolsa sino a informarse, seguir análisis de tendencias y modelos de inversión para poder decidir qué valores tienen más posibilidades de incrementar su precio en un breve lapso de tiempo.

TENER PACIENCIA

Antes de poneros en marcha tenéis que saber que aprender a invertir lleva  mucho tiempo. La inversión es un arte que requiere un aprendizaje continuo que dura toda la vida.

El arte de la inversión tiene una curva de aprendizaje muy similar a la de un arte marcial. En poco tiempo puedes aprender los fundamentos básicos, pero se tarda toda la vida en ser un auténtico maestro y el proceso de aprendizaje no acaba nunca.

CUENTA DE VALORES

Para poder empezar a operar en Bolsa, debemos crear una cuenta de valores. Es algo muy parecido a las cuentas corrientes, lo único que aquí no se guarda el dinero sino las acciones que vayamos adquiriendo en nuestra aventura bursátil.

La cuenta de valores puede contratarse en cualquier entidad financiera, con un coste de mantenimiento y debe estar siempre vinculada a una cuenta corriente a nuestro nombre. El motivo de que la cuenta de valores deba estar unida a una cuenta corriente es que, automáticamente, cuando compremos un título se nos descontará su importe de ese lugar; al igual que cuando procedamos a vender, recibiremos el reintegro en la cuenta corriente.

BRÓKER

El bróker es el intermediario obligatorio entre el inversor y la Bolsa, con lo que tendremos que contratar este servicio si queremos operar en el mercado bursátil de forma directa. Hay multitud de operadores de esta índole, cada uno de ellos focalizado en un perfil distinto de accionista y con comisiones muy diversas.

ANÁLISIS DE LAS PRIMERAS ACCIONES

Tomando nota de todos los consejos anteriores, es el momento de empezar a invertir en Bolsa. Para ello, y según la plataforma web que hayamos seleccionado, podremos ver las tendencias de cotización de cada una de las empresas negociadas en nuestros mercados, pudiendo acceder también a sus últimos balances financieros y a todo tipo de gráficas donde podremos conocer la evolución de la empresa.

Con esa información, y la que obtengamos de expertos en Bolsa y los medios de comunicación, podremos decidirnos a comprar una acción. Simplemente habrá que seleccionar esa opción, aceptar el precio de compra actual (o seleccionar un precio objetivo, dejando al bróker encargado de adquirir el título cuando cotice a ese precio) y las comisiones derivadas.

En unos instantes, el título aparecerá en nuestra cartera de valores y podremos, dependiendo del servicio, crear alertas sobre su cotización e incluso programar órdenes automáticas de venta en caso de que cotice a un determinado precio.

CONSEJOS SENCILLOS A SEGUIR




  • Hacer un cálculo de las comisiones, para ver como afectaría el posible beneficio de una operación.
  • Fijar una orden de control de pérdidas, que genera una venta automática, si la cotización de la acción baja de un determinado nivel o precio, lo que nos permite cumplir nuestro objetivo de máxima pérdida asumible y evitar así sorpresas desagradables
  • Diversificar la Cartera, incorporando más de un valor, tanto para no correr un riesgo en único valor, como para no tener que quedarse inmóvil en un valor durante demasiado tiempo si éste baja.A mayor diversificación, mayor reparto del riesgo entre los valores.
  • Invertir con un horizonte temporal corto implica un mayor riesgo y suele llevar aparejado un comportamientomás agresivo por parte del inversor por lo que es aconsejable que la inversión se realice a largo o, al menos, a medio plazo, aunque dependerá de los conocimientos y del tiempo del que disponga el inversor.
  • Por último, hay que tener claro que en bolsano conviene prestar atención alguna a los rumores puesto que su procedencia es dudosa y su contenido puede no tener nada que ver con la realidad de lo que vaya a suceder, con el enorme coste que eso puede producir.